miércoles, 11 de septiembre de 2013

40 años para no olvidar

"La historia los juzgará"
Lamentablemente las ideas fascistas han estado presentes en gobiernos que no han aceptado otros tipos de ideales que no se parezcan al de ellos. “El exterminio” ha sido su arma principal de lograr callar esas voces. Han pasado 40 años desde que Chile fue protagonista de este tipo de historia, cuando el gobierno de turno del Presidente Salvador Allende fue derrocado por el golpe militar al mando del General Augusto Pinochet. La agitación general que se vivía en ese país (manifestaciones, choques entre grupos y hasta actos terroristas) fue agitando poco a poco la situación, sumándole la crisis económica que se vivía.

 El 11 de septiembre de 1973 fue un día oscuro y triste para muchos chilenos, los militares con el apoyo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) habían logrado cercar el palacio de La Moneda, esperaban que el presidente se rinda pero Allende decidió quedarse dentro del palacio y luchar por sus ideales. Mientras seguían bombardeando y atacando los alrededores del recinto, Allende daba lo que sería su último discurso, uno tras otra se fueron apagando las emisoras que trasmitían su mensaje, al final se dejó de escuchar por completo la voz del presidente, la operación había concluido, el palacio destruido en su totalidad, quedo sólo cenizas. Pinochet tomaría el poder como presidente de la Junta Militar de Gobierno de Chile.
Una vez en el cargo, prohibiría los partidos políticos, desaparecería el poder legislativo y ordenaría la detención de todo aquel que se opusiera al régimen. Hasta 1989 estaría en el poder el general Pinochet.

Durante años el clamor y las voces de los familiares y amigos de los desaparecidos y muertos durante el régimen de Pinochet se hicieron escuchar, y se afirmaba que la intervención del gobierno norteamericano en el derrocamiento de Allende era un hecho. Sin embargo, los documentos que podrían probar estas afirmaciones fueron guardadas celosamente como información confidencial. Tras la caída del régimen, los Archivos de Seguridad Nacional de Estados Unidos fueron desclasificando estos documentos, a pedido de los políticos locales e internacionales.

A continuación haremos un pequeño recorrido de los hechos más destacados que ocurrió entre los años 1970 y 1976:
 • En primer lugar, un conjunto de telegramas emitidos por Edward Korry, embajador de Estados Unidos en Chile sobre sus planes con el presidente Eduardo Freí, para impedir que Salvador Allende, en esos años, su sucesor tomara posesión. 
• Documentos de la CIA sobre el Proyecto Fubelt, en la cual se habla de un conjunto de operaciones destinadas a debilitar al gobierno de Allende y organizar así un golpe de Estado. En este punto, podemos destacar, parte del contenido del documento del 16 de septiembre de 1970. “El director informó al grupo que el presidente Nixon había decidido que el régimen de Allende en Chile no era aceptable para E.E.U.U. El presidente pidió a la CIA que le impidiera llegar al poder o lo derrocaran, autorizando un presupuesto de diez millones de dólares para ese plan”. 
• Entre los documentos también existe testimonios en los esfuerzos por desestabilizar la economía chilena y promover el aislamiento diplomático. En un memorando dirigido por el grupo de trabajo para el caso de Chile al secretario de Estado Henry Kissinger, se revela el plan para lograr que el país sea expulsado de la OEA e impedir que el Banco Mundial le otorgue nuevos créditos.
 • En el reporte detallado del 11 de septiembre de 1973, lo describen como el “Día D” y consideran al golpe realizado de una forma “casi perfecta”. En el memorando enviado a Jack Kubish, asistente del secretario de Estado, incluye un cuadro estadístico sobre el saldo del golpe: 13,500 arrestados, 300 ejecuciones sumarias (el triple de la cifra reconocida por las autoridades), así como unos 3,00 muertos (el quíntuplo de la cifra oficial dada).
• Una colección de memorando sobre la violación a los derechos humanos durante el régimen militar. Destaca una nota del 11 de febrero de 1974 sobre la ejecución de dos ciudadanos estadounidenses (Charles Norman y Fran Teruggi). En él se expone según, Jack Kubish, había que evitar que “estos asuntos relativamente pequeños, hicieran la cooperación binacional mas difícil”.
• Un completo expediente de la Operación Cóndor, una alianza clandestina de las dictaduras de Argentina, Chile, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, para la práctica del terrorismo de Estado. En un cable remitido por Robert Scherrer, agregado del FBI en Chile, que este país es el centro de la operación.
 • Asimismo se incluyen evidencias sobre la responsabilidad del gobierno en el asesinato de Orlando Letelier, quien fuera alto funcionario de Allende, ocurrido en Washington el 21 de septiembre de 1976. También se responsabiliza de la muerte del general Carlos Prats, militar de Allende, y su esposa, ocurrida en Buenos Aires el 30 de septiembre de 1974. 

El retorno de la democracia en Chile ocurrida a partir del fin del mandato de Pinochet y los sucesivos procesos judiciales realizados en su contra, sirvió para que estos documentos puedan salir al aire. Todavía la herida está abierta, hoy los tribunales mantienen unas 1,300 causas por crímenes cometidos en los 17 años de dictadura, con unos 800 agentes civiles y militares procesados o condenados. De ellos, unos 70 cumplen la pena en la cárcel, casi todos en recintos militares especiales. Antes de hablar de reconciliación hay que hablar con la verdad. 

 Salvador Allende fue un médico cirujano y político chileno, presidente de la República de Chile en el periodo 1970-1976.