viernes, 19 de septiembre de 2014

EEUU y su necesidad de una gran guerra en Europa


En la actualidad observamos el papel importante que juegan los Estados Unidos frente a decisiones políticas, ideológicas y sociales a nivel mundial. Hasta ahí nada nuevo, pero que pasa cuando detrás de cada intromisión existe intereses personales.

De seguro que más de una vez hemos escuchado u oído sobre el EI y nos hemos preguntado que significa eso. Pues bien el EI (Estado Islámico)  es un grupo un grupo insurgente, de naturaleza islamista suní, auto proclamado califato,asentado en un amplio territorio de Irak ySiria.  El surgir de este extremismo islámico que tanta fuerza ha logrado en los últimos años, no son más que el resultado de la financiación y el entrenamiento de ciertos grupos radicales por parte del mismo gobierno de EEUU y de la propia OTAN. El único beneficiario con este pacto es el poder financiero y la industria de armamentos de este llamado Nuevo Orden Mundial. 

Por eso la necesidad de Estados Unidos en  convencer al mundo que estamos frente a la existencia de un nuevo y peligroso enemigo. Además de presentar el panorama de una crisis económica mundial, creada a conciencia por intereses muy determinados de grupos de poder con el objetivo de seguir comprando la deuda que Estados Unidos mantienen gracias a sus gastos militares. Los europeos, como siempre, de la mano de EE.UU y siguiendo sus pasos, con Alemania a la cabeza, se encuentran inmersos en un enfrentamiento con Rusia totalmente inútil. Enfrentamiento que solo amenazaría la ya débil economía de la Comunidad europea.


A continuación en este vídeo se analiza la situación geopolítica actual en Ucrania y  cómo Estados Unidos  busca una guerra con Rusia, lo que saciaría sus pretensiones de una nueva guerra global.



martes, 9 de septiembre de 2014

Felipe Osterling: Un verdadero luchador

Dícese que Política es el arte de conducir un asunto para alcanzar un fin..en tiempos que la corrupción y la burocracia pareciera posicionarse en nuestra política, la muerte de Felipe Osterling Parodi nos deja un ejemplo de decencia y palabra de un verdadero político.

Siempre recordaremos su lucha por la democracia, el respeto de las normas sociales y jurídicas, y la valentía hacia quienes pretendían atentar contra las bases de la institucionalidad.
Cómo olvidar, por ejemplo, su heroica defensa de la democracia tras el golpe de Estado de Alberto Fujimori, el ya lejano domingo 5 de abril de 1992. Puso el pecho y encaró a los soldados que le impedían salir de su vivienda y, finalmente, llegó al Congreso para rescatar la Cámara de Senadores que presidía. "Soy presidente del Senado. He venido a mi casa, que es el Congreso", alegó ante el contingente de militares.

"Mi palabra está empeñada. Nunca intentaré acomodarme dentro de la historia; lo que he contado es lo que he vivido", dijo en la última entrevista al recordar el día de la famosa frase "¡Disolver, disolver" de Fujimori.

Por todo esto, Felipe Osterling resulta irremplazable, su estampa y sapiencia acapararon el respeto de todas las tiendas políticas. Le salía fácil la frase correcta y la explicación didáctica.