viernes, 22 de julio de 2011

Hacedor de Sueños

Siempre he tenido la figura de Quijote como icono: Mi objetivo fue soñar lo imposible. Después de soñar, intentar hacer. En ese aspecto, veo la figura de Don Quijote


Cumplir los sueños de niños debería ser una consigna para todos cuando nos convertimos en adultos. Muchas veces la rutina, el tiempo y las dificultades que se nos presentan hacen que nos olvidemos de ellos.
Sin embargo existen personas que tras lograr o conseguir triunfos lo hicieron generalmente porque siguieron su sueño de niñez. Esta es la historia de Roberto Medina, el creador del Rock en Río
En 1985, nació la primera edición de este festival, el cual desde su surgimiento se ha realizado con mucho éxito en ocho presentaciones, incluidas las ciudades de Lisboa y Madrid. Dentro de la historia del Rock este mega evento encabeza la lista de conciertos más taquilleros inclusive por encima del no menos famoso Woodstock.

Desde muy niño, Roberto sabía hacia donde iban dirigidos sus anhelos, más cuando tenía de inspirados y ejemplo a su propio padre. El papel que jugó este en su vida fue primordial e interesante.
Abraham Medina un reconocido publicista brasileño, quien antes de formar su propia productora de espectáculo había trabajado en su propia tienda como vendedor de electrodomésticos, siendo el primero en vender televisores en Brasil. Como anécdota, cuenta Roberto que su padre al ver que nadie le compraba esa curiosa caja negra, decidió llenar de contenidos a esa pantalla. Creando su productora la cual se convirtió en todo un éxito. Al lado de su progenitor, empezaría así sus primeros pininos en el mundo de la publicidad. En la práctica su padre le enseñaría los secretos y trucos de este negocio, llegando a soñar con estufas y neveras las cuales las pintaba de colores para diferenciarlas de las tradicionales blancas.

Poeta de vocación, la capacidad que posee este próspero empresario ha sido grande donde la imaginación y los sueños ha sido su mejor carta de presentación. Dedicado más de tres décadas al mundo de la publicidad, Roberto no ha perdido el mismo gusto por emocionarse y creer que todo es posible; y que mejor ejemplo el propio festival en Río.

Un reto para Brasil en los años 80, época en que nadie apostaría en este lugar por el simple hecho de no contar con las infraestructuras adecuadas y sin la capacidad adquisitiva, quien se iba arriesgar a invertir en Río, sólo una persona: Roberto Medina.
El 1 de enero de 1985 se originó el primer Rock en Río, donde la famosa ciudad de los carnavales abrió sus puertas al mundo, albergando un público de 1’380.000 personas (lo que en número equivale a 5 eventos de Woodstock. Grupos como Queen, AC/DC, George Bensos, se presentarían por primera vez en este olvidado rincón de Sudamérica.
La idea de cómo se dio este festival surgió una noche de sueño, en ella se veía a un país unidos en medio de una gran multitud gozando y disfrutando de una gran espectáculo. Mostrar a los ojos del mundo, las caras de la juventud brasilera era importante en esos años.Como era de esperarse, el evento que duró cerca de 10 días fue considerado un éxito total.

La consigna y la perseverancia de ir tras un sueño ha sido siempre la premisa en la vida de este publicista. Antes de crear el fenómeno Rock en Río, Medina consiguió que el propio Frank Sinatra filmará un spot para uno de sus clientes. Un logro en el cual Roberto tuvo que usar todos sus medios para convencer no sólo al cantante sino también a toda su gente. Al final, tras dos años de negociaciones, casi 14 viajes a los Estados Unidos y más de 24 horas de dedicación completa, el publicista conseguiría llevar a la popular “voz” a Río de Janeiro, realizando cinco presentaciones en ese país.

A lo largo de su exitosa carrera, se ha dicho que Medina creó este evento sólo para promocionar la cerveza brasileña “Brahma”, lo cierto es que tras 25 años de haberse dado el primer Rock en Río, el evento se ha convertido en una especie de marca y porque no de leyenda, un verdadero proyecto único en el mundo.
Luego de diez años silenciado y revivido en diferentes versiones en Europa, Rock en Río vuelve a la ciudad como dice su propio nombre que vio nacer este sensacional evento. L edición de este festival se celebrará los días 23,24,25 y 30 de septiembre, así como el 1 y 2 de octubre en el Parque Olímpico Ciudad del Rock, al oeste de la ciudad brasileña. Artistas como Guns N’ Roses, Red Hot Chili Peppers, Coldplay, Jay-Z, Metallica, Rihana entre otros serán los protagonistas principales.
Por lo pronto la venta de entradas batió record, en sólo cuatro días se agotaron más 600,000. El valor por persona asciende a US$ 1789 (casi US$ 830 mil) por ir el día 23 y dormir seis días en Río.

Considerado el mayor evento de música de todos los tiempos, cuenta en su historia con nueva ediciones realizadas en Brasil, Portugal y España. Donde ha reunido en todo este tiempo a más de 5 000.000 de personas y 780 horas de música que ha sido retransmitidas a más de un billón de espectadores.
Un hombre y un sueño, que al final logró alcanzar aquel sueño de niño, sólo que esa vez Medina no imaginó que su anhelo se expandiría con éxito a otros países y otras geografías llegando a ser una entidad propia del rock.


jueves, 7 de julio de 2011

Héroes, Villanos o simplemente geniales

Una buena película no sería nada sino existiera un buen guión, y un guión no sería perfecto sino se diera la buena actuación y versatilidad en los actores. En las pantallas cinematográficas tenemos a los que interpreta magníficamente a los héroes, esos valientes, generosos, “buenos” en muchos casos que arriesgan su vida y se enfrentan al mal, llegando a ser a veces los salvadores de la humanidad.
En el otro lado están los que personifican extraordinariamente a los villanos; esos que tienen de aliados a la maldad, el cinismo y la ambición con tal de conseguir sus objetivos.
Sin embargo desde hace tiempo existe en Hollywood figuras llamados “todoterreno”, actores que son capaces de interpretar con la misma destreza y habilidad roles de héroes y villanos al mismo tiempo realizándolo notablemente.

Cate Blanchet .es un buen ejemplo de esta premisa, y sus brillantes actuaciones nos ha confirmado la versatilidad que posee a la hora de pasar de una heroína de época a una villana moderna. En Robin Hood protagonizó a la valiente Marion Loxley, pero en Indiana Jones se convirtió en la terrible espía rusa Irina Spalko, una temible malvada.

Javier Braden es otro caso, su perfecta caracterización del despiadado asesino en serie en No Country for Old Men .fue tan convincente permitiéndolo no sólo conseguir el Globo de oro al mejor actor de reparto sino también la anhelada estatuilla doradaTerminado el papel no dudo en transformarse en un hombre sonriente y optimista por la vida, quien cautiva en Bali a la viajera americana interpretada por Julia Roberts.


Brillantes y excéntricos

En este grupo no podría pasar desapercibido el notable Johnny Depp, la versatilidad y el talento que posee lo hace capaz de interpretar personajes tan diferentes y memorables a la vez. Desde un barbero con navaja en mano que busca venganza por la destrucción de su familia en el musical Sweeney Todo hasta convertirse en el ingenuo Frank Tupelo del Turista o en el excéntrico Willy Wonka de Charly y la fábrica de chocolate. Una de las características más resaltantes de este gran actor es que en todas sus interpretaciones logra cautivar al público, quien siempre se rinde ante sus encantos.

Otro gran actor a quien podríamos catalogarlo como camaleónico ;por la facilidad que tiene en pasar de villano a héroe es Daniel Day-Lewis como olvidar su magnifica actuación que le mereció el oscar a mejor actor cuando interpretó a un joven parapléjico en Mi pie izquierdo hasta llegar a convertirse en el delincuente Bill “El Carnicero” en Gangs of New York, o en el retorcido petrolero en Pozos de ambición.
Dentro de esta lista podríamos agregar a Matt Damon y Colin Farrel.

Las Buenas malas?

Asesina psicópata, mujer obsesionada o la perfecta malvada; personajes que han podido ser actuados por una sola mujer: Glenn Close como no recordar a la peligrosa Alex Forrest en Atracción Fatal o a la despiadada Cruella de Vil en 101 Dalmatas hasta la perversa aristócrata en Dangerous Liaisons. Sin embargo esta actriz es capaz de salir del contexto al cual nos tiene acostumbrado, y puede personificar sin ningún problema a una heroína moderna. La historia basada en hechos reales, fue llevada a la televisión en la película Sirviendo en Silencio; donde interpreta a la coronel Gretche quien fue dada de baja de la Guardia Nacional de Washington en 1992 por haber aceptado su homosexualidad. Por este papel, Glenn ganó un Emmy.

Siguiendo el estilo de Close, tenemos a la genial Meryl Streep , quien con su caracterización de la calculadora y elegante a la vez Miranda Priestly de la comedia El diablo se viste a la moda, dejó muy claro que el papel de villana le cae como anillo al dedo. Esta actriz también tiene esa especie de catarsis donde un día puede hacernos odiarla y en otro simplemente adorarla. Como olvidarla convertida en la vital y enamoradiza Donna de Mamma Mía donde además mostró su talento en el canto. Malvada o heroína, lo cierto es que a Streep le seguirán lloviendo las nominaciones a los Oscar, Globos de Oro y cuantos premios más.

Los Chicos Malos

No es fácil llegar a personificar el papel de villanos, y es por eso que siempre vemos en la mayoría de actores y actrices caracterizando roles del mismo tipo. El temor al que público no los acepte, hace que prefieran seguir manteniendo papeles no tan odiados.
Pero si no existiera esa especie de los encantadores malos, el éxito de muchas películas no hubiera sido el mismo, el papel perfecto siempre se da en estos monstruos de la actuación.

Jack Nicholson es uno de ellos. Este versátil actor a lo largo de su carrera ha demostrado ser más flexible y exigente a la hora de escoger sus papeles. Difícil olvidar a ese novelista cascarrabias y perfeccionista de gran corazón en la película Mejor Imposible, la cual le sirvió para conseguir un Oscar. Hasta verlo transformado en un viejo playboy que al final encuentra su media naranja en Something’s Gotta Give al lado de Diane Keaton; o en el malvado Joker en la saga de Batman.
Al Pacino es otro actor que tiene esa facilidad de transformarse en malo y bueno a la vez. Sus actuaciones en la trilogía de El Padrino, Caracortada o Carlitos’s Way dejaron su huella propia al interpretar a peligrosos mafiosos y delincuentes. Y con la misma naturalidad nos cautivó en la comedia Frankie and Johnny, donde personificó a un enamoradísimo cocinero siendo su musa la actriz Michelle Pfeiffer.
No podríamos dejar de lado en este grupo al fascinante Robert de Niro, un actor quien también posee ese don para caracterizar todo tipo de papeles. Nunca olvidaremos su memorable actuaciones en Cabo de Miedo como el terrorífico asesino o en el mafioso de Buenos Muchachos. Además De Niro también ha dejado ver su lado cómico interpretando ingeniosamente al padre celoso y posesivo en la Familia de mi Novia al lado de Ben Stiller.
Si tuviéramos que seguir con la lista creo que no podríamos dejar de lado a John Travolta, Tom Cruise o Denzel Washington.

Para los buenos actores asumir este tipo de personajes diferentes y distintos es una especie de ejercicio renovado que los mantiene cada vez más vitales y perdurables. No importa si su papel será el más odiado, el más querido, el más cruel o el más tierno; lo que al final estos actores quieren dejar en su público es una especie de huella o porque no un legado. Donde un día pueden ser recordados como el más fantástico héroe o el más adorado villano.