miércoles, 25 de mayo de 2011

LA HISTORIA NEGRA DEL AUTO DE JAMES DEAN

La archiconocida frase que le atribuyen erróneamente (pues pertenece al guión del film Knock on Any Door), "Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver", le viene como anillo al dedo: Dean murió a los 24 años al volante de su "Pequeño Bastardo", el nombre que le puso a su flamante Porsche Spyder 550 plateado. Más irónico incluso que esta repetidísima sentencia fue su último trabajo: un anuncio publicitario que advertía sobre los peligros de la velocidad.

Once personas murieron o sufrieron graves accidentes por haber tenido contacto con el auto del malogrado actor de Holywood. Además, incendios y desgracias inexplicables rondaron la existencia de la flecha plateada, dando paso a rumores que hablan de una verdadera maldición.

La maldición del Pequeño Bastardo

En la primavera de 1955, cuando James Dean filmaba “Gigante” bajo la dirección de George Stevens, compró un Porsche Spyder y lo bautizó como "The little bastard" -El pequeño bastardo-, desconocía por completo la seguidilla de infortunios y accidentes que aquel vehículo acarrearía. Poco tiempo después, el 30 de septiembre de ese mismo año, Dean estrelló su automóvil en Paso Robles y perdió la vida. Lo curioso es que días antes de su muerte hizo un anuncio publicitario en la que advertía a los jóvenes de conducir con prudencia. Su muerte abrió un capítulo lleno de misterios, dudas y conjeturas que ha hecho crecer, hasta hoy, el rumor de que en torno a su auto existe toda una maldición.


Las tragedias comenzaron en el mismo sitio del accidente cuando el conductor del camión que iba a trasladar el vehículo del fallecido actor, murió aplastado al tratar de subirlo al remolque.
El Spyder, luego, fue rematado en la suma de 2.500 dólares. Cuando el auto llegó al garaje donde sería reparado éste se deslizó misteriosamente fracturando las piernas a los dos mecánicos que lo descargaban.
El dueño del auto, entonces, aun cuando no creía en supersticiones, intuyó que algo extraño sucedía con el vehículo y prefirió venderlo en partes.
Pasó un poco más de un año, cuando en octubre de 1956, un doctor de Berverly Hills que se había adjudicado el motor, murió cuando estrenaba el auto al que le habían instalado la pieza.
Poco después, William Esrhird, quien se había hecho de la caja de cambio, si bien sobrevivió, tuvo un grave accidente porque el sistema se trabó bruscamente y sin explicación.
¿Qué pasó con el resto de las piezas? La ruedas, por ejemplo, fueron vendidas a un joven que una semana después se vio involucrado en otro accidente.Se comprobó, a posteriori, que éstas tenían un defecto que habrían causado la muerte de Dean. Luego, en una carrera de velocidad, en un extraño incidente otro joven trató de robar el manubrio del auto maldito y resulto con su brazo cortado.

Posteriormente, el dueño del auto, un tal George Barris, casi convencido de que el auto estaba embrujado, entregó lo que quedaba de él a la Policía de California, para usarlo como un ejemplo de imprudencias de tránsito. Antes de ser cedido a la autoridad, inexplicablemente el galpón donde se encontraba “el bastardo maldito” ardió en llamas, incendiando a todos los automóviles que se encontraban aparcados, menos al auto de Dean.
De ahí, el Spyder 550 fue trasladado a Sacramento para ser exhibido en una exposición. En ese lugar, se cayó enigmáticamente de la tarima aplastando a un adolescente y partiéndole su cadera. Más tarde, la feria continuaría en Oregon, donde el camión que lo llevaba chocó contra la fachada de una tienda; y en la cuidad de Salinas, donde otro camión transportador patinó en el pavimento y se estrelló, resultando su conductor muerto.
La huella de “El pequeño bastardo” finalmente se hace difusa, Algunos dicen que se perdió en 1958, cuando en una exposición de seguridad vehicular realizada en la ciudad de Miami, desapareció sin dejar rastro desde el remolque donde era transportado. Otros comentan que en 1959, el auto maldito se partió en once pedazos, mientras estaba apoyado en una sólida base de acero. Lo concreto es que se desconoce, desde entonces, cuál es la suerte de las personas que han osado conducirlo.
Aunque muchos atribuyen todos estos hechos a una simple coincidencia, lo cierto es que el número de muertos es real y da como para pensar en que algo extraño sucede. La guinda de esta ácida torta fue la suerte corrida por Wuetherich, el acompañante de James Dean en el momento de su muerte. En 1981, murió en un accidente automovilístico en Alemania, cuando conducía en la carretera.
Jamás se volvió a saber del Pequeño Bastardo de James Dean. ¿Coincidencias o intrigante maldición?

2 comentarios:

  1. James Dean peleó con su novio ese dia y despechado arrancó a toda velocidad con su auto y se estrelló. En su juventud ruvo ladillas. Si lees ese librazo Babilonia Hollywood no solo vas a revisar a Dean, sino las porquerias de los actores y actrices desde Rodolfo Valentino hasta Crawdford, Chaplin. Uf, para escribir articulos controvertidos.

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  2. Gracias por el dato. Siii la vida de estos actores y actrices es un tema rico en información.

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